El círculo perfecto II
Jesús puso mucho énfasis en ese algo místico que llamó “cielo”. Habló sobre él a menudo y, por lo general, en parábolas. Si el reino del cielo estuviera en un lugar lejano en los cielos, una ciudad con calles doradas, Él hubiera podido fácilmente situarla de tal modo. Sin embargo, dijo: “El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza. ... El reino de los cielos es semejante a la levadura” (Mateo 13;31,33). Extrañas comparaciones si Él hubiera tenido en mente un lugar donde los buenos van después de la muerte. Finalmente, dijo: “El reino de Dios no va a llegar en forma visible.