Sanando desde el interior

Nicole Leth es una artista cuyo medio es la palabra. Comparte frases alentadoras en vallas publicitarias de las autopistas, en los carteles de las aerolíneas y en las postales que envía por correo. Cada pieza, no importa cuán grande o pequeña, es creada con amor y con fe en que llegará a quien más la necesite como un recordatorio de su valía. “Eres real, importante y completo”. “Eres digno de amor”. “Eres suficiente”.

Leth envía por correo alrededor de tres mil postales al mes a sus subscriptores en cada conti­nente excepto Antártida. Dedica horas a escribir cada nombre y dirección, a menudo a la luz de una vela, en su casa en Kansas City, Missouri. Lo describe como una intención sagrada.

Ella quiere que quienes las reciben sepan que su postal no fue producida en masa, sino que vino de su corazón y de sus manos.

“Esos men­sajes significan mucho para mí”, explica. “Quiero que signifiquen mucho para ellos también”.

Para la artista de 28 años, las palabras son pro­fundamente personales y universalmente ciertas. Son las afirmaciones que ella usa para ahuyen­tar sus miedos, dudas, angustias e inseguridad —emociones humanas que nos oprimen a todos en algún momento. Con cada afirmación que diseña y comparte, ella envía aliento a quienes están luchando con esos sentimientos.

Leth crea una nueva postal cada mes, con un nuevo diseño y mensaje que escoge de su diario personal. Ella se sumerge en contemplación pro­funda y presta atención a la guía que la ayuda a elegir sus afirmaciones. Algunas son largas y poéticas. Otras son equivalentes a una palmada en la espalda que dice: “Vas muy bien”.

Del dolor vino el propósito

Ella conoce que la desesperación y la soledad pueden llevar a consecuencias nefastas. Su padre, quien era médico, se suicidó cuando ella tenía apenas 17 años. El poder de las afirmaciones la ayudó a procesar su dolor y a sanar. Su padre luchó contra el alcoholismo, la adic­ción a las drogas de prescripción y la depresión clínica, que ella cree, provenían de un trauma de su niñez que nunca pudo superar.

“El día que mi padre murió, yo estaba llo­rando, temblando y acostada en el piso. Un ins­tante de calma llegó en ese momento y una voz interna me dijo: ´Debes crear algo hermoso con este dolor para que puedas sobrevivir´. Así es que decidí hacer algo que ayudara a la gente y que emergiera de mi corazón”.

El padre de Leth le inculcó el amor por la escritura y, desde la adolescencia, ya practicaba llevar un diario. “Me sentaba allí a escribir aque­llo que necesitaba escuchar para sentirme más fuerte y ser capaz de sobrevivir los momentos difíciles”. Solo años después se percató de que estaba utilizando afirmaciones para guiar sus pensamientos hacia actitudes y resultados positivos. Las declara­ciones positivas de la Verdad cambiaron la perspectiva de Leth, desde lo más profundo de su conciencia. Ya no veía lo malo o las caren­cias; a cambio, veía lo bueno y verdadero, reconociendo la plenitud en ella y en los demás.

Trabajó con su dolor pintando frases com­pasivas en edificios abandonados. Después pasó a calcomanías, que dejaba en lugares o que pegaba en sitios públicos como las bancas en los parques y paradas de bus, esperando que la gente las encontrara en el momento preciso en medio de sus rutinas diarias: “Solo pensaba en que la gente las encontrara y darles el mensaje que no le pude dar a mi papá”, dijo.

Desde que perdió a su padre, Leth creó su práctica de afirmaciones para usar palabras que inspiraran a los demás. “El lenguaje es una de las maneras más poderosas para canalizar la cone­xión humana y la conexión humana es la base de la civilización. Las palabras pueden significar cosas diferentes para cada persona, mas ayudan a identificar aquello que la gente siente en lo pro­fundo de su ser”, dijo ella.

“Tú eres real e importante y pleno”. “Mereces amor”. “Eres suficiente”.

Satisfacer una necesidad creciente

Hace dos años, Leth, quien se adiestró en diseño textil y creó una línea de ropa, llevó su arte afirmativo a otro nivel. Recordando los via­jes que hizo con su padre, cuando compartían conversaciones profundas, rentó una valla publi­citaria de 50 pies en Kansas City que financió con sus ahorros. Los conductores que pasaban no eran motivados a comprar algo, sino a creer en algo acerca de ellos mismos. “Eres humano. Eres digno de amor. Eres suficiente”.

Leth tenía fe en que sus mensajes fueran bien recibidos. Pero se sorprendió cuando la gente inundó el internet luego de leer su valla. Esas respuestas originaron solicitudes de parte de otras comunidades para que Leth diseñara vallas a lo largo y ancho de los Estados Unidos. Desde grandes carreteras hasta espacios en pequeños centros comerciales, inclu­yendo 400 vallas para el Mes de la Prevención Nacio­nal del Suicidio en septiembre del 2019. Sus mensajes apare­cieron en barcas en las playas y alrede­dor de la ciudad de Nueva York. Leth aprovechó el poder de la publicidad (normalmente usada para vender productos) para compartir la noción de nuestra valía.

La pandemia y más allá

El “Proyecto de Afirmación” continúa y es financiado por donativos. Trata de ayudar a los demás, mas también de lograr la sana­ción propia. Cuando ella publica afirmaciones como: “Estás haciéndo lo mejor que puedes”, también se lo está diciendo a sí misma. “A lo largo del año pasado, publiqué mucho acerca de la resiliencia, recordándoles a las perso­nas a tratarse con cariño, a seguir adelante y ser pacientes”. Ella también estaba luchando con esos sentimientos. Fue despedida de su tra­bajo como instructora de yoga al mismo tiempo en que sufría los efectos secundarios del tra­tamiento por un tumor benigno en el cerebro, el cual fue diagnosticado justo antes de que el mundo entrara en cuarentena.

El nuevo proyecto de Leth la lleva a distintas ciudades para expresar amor con sus afirmacio­nes. Su primera parada fue Miami, Florida, el día de San Valentín del 2021. Pagó para que un avión mostrara su pancarta sobre una playa con­currida. Compartió: “Eres pleno, importante y suficiente”.

También rentó un camión para que circulara por la ciudad con mensajes como “Eres suficiente, siempre has sido suficiente”. Como respuesta a su pérdida, Leth al prin­cipio fue motivada por el deseo de salvar vidas. Ahora comprende que eso está fuera de su poder. Pero puede, según dice, guiar a la gente a buscar su fortaleza interior. “Puedo crear espa­cios de compasión que les den poder, así como ofrecerles herramientas para que salven sus vidas. Quiero que sepan que existen otras per­sonas que sienten lo que ellos están sintiendo, que son importantes y que no están solos”.

Leth no sabe cuántas vidas ha tocado, pre­sume que son millones. El número creciente de suscriptores a sus postales gratuitas y su página de Facebook llena de mensajes lo confirman. “¡Este proyecto nos ha ayudado a superar el 2020! Gracias”, escribió una persona.

Esta obra, según ella plantea, le ha ayudado a sanar su dolor. Le ha hecho valorarse a sí misma y a sentirse más fuerte “de adentro hacia afuera”. Ofrecer esperanza por medio de su arte la llena de alegría, un regalo para el padre que no pudo salvar. Leth se está recuperando del tumor cerebral. Ella siempre está pensando en nuevas maneras de compartir sus palabras con un mundo anheloso de compasión y sanación.

“Me siento inspirada y resiliente”, dice, “como si estuviera haciendo sentir orgulloso a mi padre. Siento que finalmente lo estoy haciendo bien y que hago lo que la vida me ha pedido que haga”.

Si tienes pensamientos suicidas, llama a la National Suicide Prevention Lifeline al 1-800-273-8255.

Para recursos inter­nacionales, visita opencounseling.com/suicide-hotlines.

Encuentra el trabajo de Nicole Leth visitando myaffirmationproject.com.

Acerca del autor

Meg McConahey es reportera de un diario en el Norte de California. Estudia para obtener sus credenciales como maestra de Unity licenciada y es miembro y ex presidenta de la Junta de Unity de Santa Rosa, California. Visita [email protected].

Meg McConahey

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