Michael Bragalone lo tenía todo. Estaba casado con Candace, el amor de su vida, y tenían una hija. Iba a graduarse, lo que le traería nuevas oportunidades en su carrera. Mas en medio de la celebración, recibió el diagnóstico devastador: cáncer.

“Nada tenía sentido para mí”, dijo en ese momento. “Me sentí abrumado y abatido por un largo tiempo”. Lidiaba con eso aislándose del mundo, lo que le daba una falsa sensación de seguridad y soledad. No conocía a nadie que estuviera pasando por esa situación en particular y rehusaba preocupar a los demás con su desafío. “Es natural preocuparme por morir y dejar a mi familia sola”. De repente, era de nuevo un niño asustado, enfrentando sombras diferentes.

La rareza del tipo de cáncer de Michael lo hacía aislarse más. “Recuerdo ir al trabajo y aparentar que todo estaba bien”, dijo. “Es como verte de un lado de la cerca y al resto de las personas del otro lado”.

La soledad era ardua, pero pedir ayuda era peor. Él era a quien los demás acudían, siempre estaba dispuesto a poner los problemas de otros por encima de los suyos. Ahora, él necesitaba apoyo, sentía que era egoísta enfocarse en sí mismo. También le era difícil decir No. No quería herir los sentimientos de nadie.

“Pasé por una transformación de cuerpo y mente. Yo creo que todos estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros, y quiero ayudar a otros de cualquier manera que pueda hacerlo”.

Por suerte, contaba con Candace para darle ánimo y guiarlo. Ella le insistía que se tomase como prioridad. El amor de ella y su paciencia, decía él, lo animaban a afrontar los peores días. Cuando él se sentía abrumado, ella le recordaba tomar las cosas con calma, estar en el presente y, lo más importante, pedir ayuda.

Michael BragaloneEse consejo lo cambió todo. El que Candace siguiera las enseñanzas de Unity, hizo que pudiera contar con una comunidad. Esa red de amigos y familiares aportó ayuda para la familia, ofreciendo la paz de una carga compartida.

“He aprendido que la sanación comienza en el momento en el que pides ayuda”.

Sus fuerzas fueron puestas a prueba cuando luego de una década de su tratamiento, Candace perdió la vida a causa del cáncer de seno.

“Ella era mi alma gemela”, dijo Michael. Mientras luchaba para superar la desesperanza, se dio cuenta de que de nuevo, era cuestión de tomar un día a la vez, de confiar en sus seres queridos y de no sentirse aislado por el dolor. Su comunidad se mantuvo a su alrededor para darle apoyo.

Después de 16 años, Michael recibió un regalo sanador de parte de un extraño, en la forma de médula ósea compatible. No solo le salvó la vida, de repente, Michael experimentó un despertar espiritual. “Dios encendió de nuevo las luces en mi vida”, dijo.

Yo estaba “más que encantado” de conocer a su donante, un hombre joven de Nazaret, Israel. El encuentro sucedió a través del teléfono mediante un mediador. La red de apoyo de Michael creció aún más cuando comenzó a ser voluntario. “Pasé por una transformación de cuerpo y mente. Yo creo que todos estamos aquí para ayudarnos los unos a los otros, y quiero ayudar a otros de cualquier manera que pueda hacerlo”.

“Todo confluye con paciencia y fe; encontrando tu fortaleza y confiando en el Poder Mayor”.

Ahora Michael pasa sus días ayudando, esparciendo su optimismo, fe y espíritu firme en la lucha contra el cáncer. El voluntariado le da gozo y propósito. A Michael ahora le encanta compartir con otros los detalles de su tratamiento. Siente que sus experiencias pueden dar esperanza a otros pacientes.

Michael ahora sirve como consejero de pacientes en el hospital que le hizo el tratamiento. Él comparte su historia con el personal y con los nuevos pacientes.

Para contribuir con la organización que encontró su donante, él ayuda con llamadas en conferencia acerca de temas que ayuden a los sobrevivientes. En dicha organización, le asignan a Michael un paciente para que sea su guía y mentor. En este momento, él está colaborando con la pintura de un mural en la comunidad.

Recientemente, Michael contactó a la comunidad de cáncer de seno, con la esperanza de ayudar en memoria de Candace.

La sanación ocurre cuando se acude a los demás y no solo para él. “Todo confluye con paciencia y fe; encontrando tu fortaleza y confiando en el Poder Mayor”, afirmó. “Quiero seguir alentando a los pacientes para que vivan con entereza, tomen acciones cabales y siempre tengan esperanza”.

Acerca del autor

Jennifer Link es una escritora independiente y estudiante de la Verdad en Unity. Vive en Alabama.

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