Fortaleza, servicio y el poder de la Palabra
Los voluntarios impulsan la difusión de La Palabra Diaria en todo el mundo
Cuando enormes aguaceros y deslaves sepultaron el Norte de Argentina hace tres años, Beatríz y Frank Bell sabían que los lugareños necesitarían algo más que comida, ropa y albergue.
Al inicio de la catástrofe, la pareja fue a unas de las comunidades más pobres y devastadas, llevando mensajes de esperanza, fe y sanación.
Los Bell trajeron consigo copias de Mensajes de Esperanza de La Palabra Diaria.
Mientras caminaban por el pueblo, a veces de puerta en puerta, se encontraron con manos deseosas de mensajes espirituales recordándoles que el poder sanador del amor de Dios está presente hasta en las situaciones más desafiantes.
¿Su primer destino? Volcán, una pequeña aldea andina a 600 millas de su casa, donde los derrumbes de Enero de 2017 mataron a cuatro personas y desplazaron a mil. Los caminos eran intransitables y las edificaciones parecían islas en el lodo. La mayoría de las casas de mil setecientos habitantes fueron inundadas con fango.
Difundiendo el Ministerio de La Palabra Diaria internacionalmente
Por 12 años, este ha sido el ministerio de los Bell, asegurarse que La Palabra Diaria esté disponible en los países donde el servicio de correos es poco confiable y la crisis económica ha dificultado que la gente pueda pagar por una subscripción internacional.
Su misión también los llevó esa primavera de 2017 a La Madrid, un pueblo de dos mil ochocientos habitantes, en la provincia de Tucumán. Las inundaciones obligaron a evacuar a la mayoría de la comunidad, a algunos de manera permanente. Ésta decidida pareja llegó a través de desvíos temporales, pues la única carretera hasta el poblado fue socavada para permitir que las aguas del pueblo drenaran.
Para cuando llegaron con su camioneta Ford cargada de revistas, ambas comunidades ya se estaban recuperando físicamente. Sin embargo, mucha gente seguía afectada por el trauma emocional y psicológico, tenía hambre de la esperanza que viene con la afirmación espiritual.
Los Bell visitaron centros de salud, lugares de artesanía local y una organización de asistencia municipal, entregando revistas a los líderes para que las distribuyeran.
“Vimos que la gente estaba muy agradecida por el apoyo”, dijo Beatríz. “Cuando trajimos los ejemplares al hospital de nuestra área y compartimos el contenido espiritual positivo, dijeron sentirse reconfortados en esos tiempos difíciles”.
Los Bell ya habían previsto esa necesidad mucho antes de que los aguaceros llegaran. Con el incremento de desastres debidos al clima en Argentina, cada vez más comunes, ellos habían mandado a imprimir una edición especial en Español de Mensajes de Esperanza, de La Palabra Diaria.
“Sin embargo seguimos adelante, sabiendo que Dios es nuestra Fuente”.
La chispa creativa para una nueva vocación
A diferencia de La Palabra Diaria periódica, el contenido de la edición no llevaba fechas, fue financiada con donaciones y era gratuita. Los Bell dijeron: “llevarla a los pueblos en Argentina que están pasando por esta situación difícil, para darles inspiración y esperanza”.
Beatríz conocía por experiencia propia, el poder de dichos mensajes de consuelo, valor y prosperidad.
Ella descubrió La Palabra Diaria en 1995 cuando se unió a un grupo de estudios de metafísica en su pueblo natal de Córdoba. Estaba entusiasmada con Unity y La Palabra Diaria —que enseñan que cocreamos nuestra realidad con Dios mediante nuestros pensamientos y oraciones.
“Algo que aprendí en esa época y que inició un cambio en mi percepción de la vida es que no había dos fuerzas luchando en el universo, como yo creía, sino que existe una sola Presencia y un solo Poder, Dios, el Bien Absoluto”.
La otra revelación fue que la chispa de dicha Presencia y Poder mora en mí. Las siguientes ideas que despertaron en mí fueron acerca del poder del pensamiento y de la oración”.
Beatríz, quien había tenido una larga carrera como abogada y juez, encontró en la oración el llamado al ministerio, un medio para compartir con los demás el consuelo y la abundancia de bendiciones que están siempre presentes cuando nuestros corazones y ojos se abren para verlas.
Mientras cursaba el Programa de Estudiantes Internacionales en Unity Village, Missouri, Beatríz conoció a Frank, su futuro esposo. Juntos crearon “Unity, Sembrando Luz”; un ministerio alternativo que ofrecía apoyo personal y espiritual a los Hispanoparlantes en su comunidad de Olathe, Kansas.
Los desafíos de llevar La Palabra Diaria a Argentina
Cuando Frank, un técnico de la Administración Federal de la Aviación, se retiró en 2008, mudaron su ministerio a América del Sur. Desde su casa en Villa La Bosa, un pueblo pintoresco de la parte norte central de Argentina, se embarcaron en la misión de distribuir La Palabra Diaria, una revista con una circulación de cuatrocientos mil ejemplares en 19 países, pero que no tenía casi presencia en Argentina.
Hoy día venden alrededor de 220 copias de cada edición, haciendo lo que pueden para mantener el precio asequible. Su distribución se ha extendido a ventas a través de centros de Unity y grupos de estudio en varias provincias, así como la creación del ministerio digital y a través de la radio.
Cuando emprendemos nuevas iniciativas, no siempre es fácil; mientras tanto, mantenemos nuestras mentes abiertas a nuevos senderos alrededor de los obstáculos.
Los Bell al principio se encontraron con mucha resistencia al tratar de encontrar una imprenta.
“El representante de la imprenta trató de desalentarnos, diciendo que nos costaría más imprimirla en Argentina que importarla. Nos fuimos deprimidos”, rememora Beatríz. “Oramos por guía y de manera calmada seguimos buscando imprentas”.
Finalmente la encontraron, una imprenta que estaba dispuesta a trabajar con ellos y que hoy día continúa haciéndolo más de una década después. Los costos de impresión siguen siendo un reto.
“Sin embargo seguimos adelante, sabiendo que Dios es nuestra Fuente. Nunca hemos cambiado la calidad del papel o la impresión, pero hemos reducido costos disminuyendo la cantidad de ejemplares que se imprimen, de manera de reflejar mejor la demanda”, dijo Beatriz.
Una comunidad de mensajes de La Palabra Diaria en línea y al aire
Ellos han creado una comunidad mediante la fundación de un nuevo grupo de estudio de Unity en Buenos Aires y utilizan las redes sociales para compartir La Palabra Diaria con una audiencia más amplia y a muy poco o ningún costo. Por varios años los Bell han mantenido una página en Facebook de “La Palabra Diaria en Argentina,” en la que comparten afirmaciones diarias y citas. Tienen 854 seguidores.
El año pasado, después de ser entrevistados por un programa de radio en línea, “Radio La Magia del Silencio”, acerca de La Palabra Diaria y sus mensajes, fueron invitados a tener un programa semanal cubriendo tópicos tales como el perdón, el poder del pensamiento, la gratitud y la guía interna. La gente puede escuchar el programa semanal de 20 minutos visitando lamagiadelsilencio.com/radio.
“Y aun cuando hemos enfrentado retos, siempre intentamos mantenernos firmes en nuestros principios espirituales. Mientras hacemos lo que podemos, nos damos cuenta de que nuestra guía interna no comete errores. Mientras más confiamos, más logramos ver”.
Frank y Beatríz Bell han encontrado un sentido renovado en el trabajo que alimenta su espíritu y que también es de servicio a los demás.
“En este momento podemos decir que nos sentimos verdaderamente bendecidos y agradecidos”, dijo Beatríz. “Y aun cuando hemos enfrentado retos, siempre intentamos mantenernos firmes en nuestros principios espirituales. Mientras hagamos lo que podamos, más nos damos cuenta de que nuestra guía interna no comete errores. Mientras más confiamos, más logramos ver”.