A principios de la década de 1980, Salomé Raheim comenzó a tener sueños premonitorios. “Tenía un sueño acerca de un suceso y este se repetía durante mis horas despierta”. “Eso avivó mi curiosidad”, recuerda Raheim, ahora de 64 años y profesora en la Escuela de Bienestar Social de la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY) en Albany. Raheim compartió sus sueños con una amiga, quien luego le presentó a una mujer que se convertiría en su primera maestra de metafísica.

Aunque estaba emocionada por lo que aprendía, Raheim no lo compartia con nadie en la iglesia a la que asistía. Cuando uno de los miembros principales dijo que Raheim estaba involucrada en una actividad que no era compatible con el cristianismo, Raheim tomó una decisión. Sabiendo que sus exploraciones habían sido “hechas en amor”, ella decidió irse de la iglesia y concentrarse en sus estudios metafísicos.

Fue durante ese tiempo que descubrió a Unity. “Ese fue un período de gran apertura para mí”, dice ella. “Los principios de Unity tienen sentido absoluto para mí”.

Raheim comenzó a estudiar Los Doce Poderes del cofundador de Unity, Charles Fillmore, lo que la ayudó a entenderse a sí misma y su responsabilidad de empoderarse de una nueva manera. Pero fue el Metaphysycal Bible Dictionary (Diccionario bíblico metafísico) de Fillmore el que “cambió todo”, dice ella.

“Ahora podía usar la Biblia, con la que me familiaricé de niña, como una guía para comprender lo que nunca antes había entendido”.

Raheim obtuvo una maestría en trabajo social antes de continuar sus estudios de doctorado en la Universidad de Iowa. Encontró personas con ideas afines en el Centro de Unity de Cedar Rapids, mas en su mayor parte, mantuvo sus creencias espirituales y su vida académica separadas.

No fue hasta que fue nombrada decana de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Connecticut que comenzó a fusionar las dos. Comenzó a enseñar trabajo social integrado, mente-cuerpo-espíritu, a estudiantes de posgrado.

“El cuerpo es una fuente increíble de sabiduría, pero muchas personas, incluyendo los médicos, están bastante desconectadas de sus cuerpos porque se enfocan en los procesos cognitivos (pensar, planificar, analizar) en vez de prestar atención a la sabiduría del cuerpo y responder acorde”, explica Raheim.

El enfoque integral de mente, cuerpo y espíritu “ayuda a los clientes a desarrollar una conciencia más profunda de sí mismos y de los múltiples niveles de su ser; así como un sentido propio más allá del ego”, dice ella. “Para hacer eso, el médico también debe estar consciente de todos los niveles del ser”.

Luego de retirarse, Raheim se mudó a Maryland con su familia y su primer nieto. Fue entonces que se incorporó a la facultad de la Escuela de Bienestar Social de la Universidad de Albany. Ahora está ayudando a crear un instituto en dicha escuela para ofrecer entrenamiento a profesionales e investigadores, con instrucciones acerca de cómo enseñar el enfoque comprensivo. Ha tenido una acogida “entusiasta”, dice ella. “Existe un gran deseo de aprender”.

Ahora que finalmente ha alineado plenamente su vida profesional y espiritual, Raheim dice que se siente liberada y quiere ayudar a otros a experimentar esta misma libertad. “Aunque tengo mucho que aprender, gozo de un sentido de dominio de mí misma”, dice ella. “Mi camino hacia delante es claro. Creo que he comenzado el trabajo que dejaré como legado”.

Acerca del autor

Annie L. Scholl es una escritora independiente residente de Carolina del Norte. Ella contribuye con sus escritos a La Palabra Diaria y Unity Magazine®. Su trabajo ha sido publicado en Huffington Post, Brevity y The Sunlight Press. Annie está escribiendo su primer libro, una autobiografía, y comparte sus blogs en anniescholl.com.

Annie L. Scholl

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