Dios trabaja con gozo

Me siento compelido a compartir cómo arribé a la ilustración a la izquierda como un ejemplo de que las ideas exitosas son divertidas y siempre llegan a una mente alegre. El escritor Alan Cohen fue invitado al programa radial Funniest Thing! with Darrell and Ed (¡Lo más divertido! con Darrell y Ed) en unityonlineradio.org, y Alan compartió cómo él solía pensar que la jornada hacia el éxito era una de sacrificio y lucha. 

Él explicó cómo ahora, que hace las cosas que le hacen sentir bien y gozoso, es más dichoso y atrae más de aquello que lo hace feliz. 

Yo he encontrado que eso es cierto día a día y momento a momento. Cuando hago las cosas que me dan más entusiasmo, todo lo demás en mi lista por hacer es logrado sin esfuerzo. 

El reto de crear una ilustración con una cita para “Darrell’s Corner” (La esquina de Darrell) para cada ejemplar de i-Italy | NY —una revista acerca de todas las cosas italianas en Estados Unidos— me ha enseñado a confiar en mi gozo como una guía. 

Tengo una rutina. Luego de tomar mi café y leer algo edificante, hago garabatos. Dibujo lo primero que me viene a la mente. Puede ser mi perro durmiendo, una taza de café que sonríe, o un hombre fotografiándose con un gato en la cabeza. La clave es ignorar la razón. 

Ignoro aquello que se supone que dibuje y confío en mi intuición. Esto requiere valor, por que los pensamientos intuitivos con frecuencia son absurdos. Hacer esto parece arriesgado, mas cada vez que sigo una corazonada, los resultados me sorprenden. He aprendido a buscar el gozo en vez de buscar la perfección o la aprobación. 

En una mañana en la que garabateaba, un hombre vaciando una taza de café en su boca comenzó a aparecer en mi cuaderno. Justo cuando me decidí a dibujar el chorro de café, la inspiración susurró: “Qué divertido sería que el chorro de café deletreara la palabra sí según cae en la boca del hombre”. De manera que así lo hice. Me encanta ver en lo que se convierte una corazonada. 

Recientemente, he comenzado a usar mi teléfono inteligente para grabar en video cuando estoy haciendo mis garabatos. Al terminar, llamo a mi amigo Edward Biagiotti, quien es músico. Él me acompaña a cantar una canción cómica para acompañar el video. Para este en particular, sentimos inspirados a cantar “That’s Amore”. Tan pronto como terminamos, me volví a sentir inspirado y entusiasta porque sabía que esto sería lo que entregaría a i-Italy | NY. La inspiración sólo necesitó un pequeño ajuste: reemplazar la palabra sí con Amore. 

No estoy sorprendido, mas siempre me maravilla probar que trabajar duro para tener éxito no funciona tan bien como hacer aquello que es divertido.